domingo, mayo 28, 2006

CANARIOS DESTACADOS

BLAS SÁNCHEZ, OTRO CANARIO EN PARÍS
Félix M. Arencibia
La primavera hoy duda entre vestirse con su traje de luto y el esplendoroso azul de fiesta. Bencomo Marrero, el profesor nunca retirado, asistió este sábado a un recital de poesía de la “Asociación de poetas La Arcadia” que tuvo lugar en el local de la “Fundación Blas Sánchez”. Llegó un poco antes y conoció personalmente a nuestro insigne y polifacético maestro, que le recibió con jovialidad, cordialidad y un gran sentido del humor. Blas Sánchez nació hace 71 años en la Villa de Ingenio, desde muy joven mostró su amor por la música. Se preparó en Gran Canaria y Tenerife convirtiéndose en un violinista comprometido con la expresión musical. El año 1956 se traslada a Madrid becado por el Cabildo de Gran Canaria. Allí además de perfeccionar sus conocimientos de violín, participa en conciertos y sobre todo va desarrollando su labor creativa con obras como: “Aires y danzas de otros tiempos” (para la famosa “guitarrarpa”), “Divertimento canario”…
Bencomo se lamenta que a veces conozcamos muy poco o nada a nuestros compatriotas más destacados y esforzados. Es el caso de nuestro músico Blas Sánchez que participó en la lucha por la libertad de la dictadura franquista y ante la imposibilidad de continuar su trabajo musical decide trasladarse a París, como lo hizo nuestro pintor Oscar Domínguez y otros canarios, donde permanecerá más de 40 años que define como “el viaje de 41años dentro del pentagrama parisino”. Allí continuó su infatigable labor creativa, realizó los más variados trabajos para sobrevivir llegando a impartir clases por alimentos. Se unió a los pintores canarios de Montmartre, entre ellos estaba Julio Viera; colaboró con el luthier Emile Francais; interpretó junto al eminente músico Jascha Heifetz un concierto en Tel Avid. Comenzó posteriormente una intensa labor pedagógica en el Conservatorio Municipal de Vitry sur Seine como profesor de guitarra y música de cámara. Innova en este campo con diferentes métodos de enseñanza musical.
Blas Sánchez tiene en París la ocasión de conocer a relevantes personajes de la cultura como son Cortázar, Alberti, y sobre todo a Pablo Neruda para quien compone sus “Salmos a Neruda”. Esta obra la creó para su peculiar “guitarrarpa” al igual que “Archipiélagos imaginarios”, “Comunicaciones”, “Concierto para un faycán… Participa en la organización de diversos eventos musicales internacionales. Más de 2000 obras forman parte de su bagaje creativo, entre ellas están: “Magma”, “Murmullos de volcán”, “Le Canarien”…
Bencomo cree que es importante destacar la canariedad que desprende todo la obra de nuestro polifacético artista Blas Sánchez que además de la música cultiva la escultura, la literatura… También lo es la labor cultural que con pocos medios realiza la “Fundación Blas Sánchez”, encabezada por José Blas Laíz , promocionando la música, la poesía, la artes plásticas… La primavera sigue latiendo en las raíces nuestros volcanes.
felix194@hotmail.com
─ “Bencomo se lamenta que muchas veces conozcamos muy poco o nada a nuestros compatriotas más destacados y esforzados”.

DESDE EL GUINIGUADA
AGUSTÍN MILLARES TORRES
Félix M. Arencibia
La sinfonía multicolor de la primavera poco a poco se va apagando deslumbrada por los tonos dorados del verano. Bencomo Marrero, el profesor nunca retirado, refugiado en su biblioteca hojea la “Historia General del las Islas Canarias” de nuestro compatriota Agustín Millares Torres (1826-1896). Entretanto, reconoce lo mucho que ha aportado a la cultura de nuestro Archipiélago la familia Millares a la cual estamos agradecidos, aunque haya todavía muchos que desconozcan sus obras. En cuanto a nuestro insigne y polifacético Agustín Millares Torres cabe destacar ante todo su labor incansable por la modernización de las ideas desde sus distintas tribunas de investigador histórico, periodista, literato… Todo ello le llevó a enfrenarse con los poderes fácticos de su época, especialmente con las autoridades eclesiásticas, al igual que pasó con el doctor Gregorio Chil y Naranjo (1831-1901) ilustre fundador del Museo Canario.
Bencomo piensa que eran dos fuerzas desiguales las que se enfrentaban, por un lado el liberalismo heterodoxo de nuestros intelectuales y por otro el poderoso conservadurismo reaccionario de los profesores del Seminario Conciliar. Todo ello llevó a que se condenaran su obra “Biografías de canarios célebres” y los “Estudios” del fundador del Museo Canario. Muchas de las polémicas surgirían en torno a las teorías evolucionistas de Darwin. De todas maneras, piensa el profesor, no hay que olvidar la sociedad en la que pugnaban estas ideas. Alrededor de un 80% de nuestra población, que era mayoritariamente campesina, era analfabeta. A ello habría que añadir uno de los niveles de escolarización más bajos de todo el estado, señas de la situación colonial que vivía nuestro Archipiélago.
Según Bencomo, este patriarca de la saga Millares contribuyó a un mayor conocimiento de nuestras raíces culturales y al desarrollo de nuestras señas de identidad como pueblo diferenciado en un planeta multiétnico y multicultural. Ello lo llevó a cabo a través de su labor historiográfica con obras como: “Historia de Gran Canaria”, “Historia de la Inquisición” y sobre todo con su “Historia General de las Islas Canarias”, que fue una obra que superó a las escritas anteriormente, ya sea por la metodología empleada como por la utilización de nuevos documentos y conocimientos arqueológicos. Fue nombrado académico de la “Real Academia de la Historia”.También contribuyó a afianzar nuestras raíces de identidad con su obra periodística. Fue fundador del periódico “El porvenir” junto a Domingo J. Navarro y posteriormente dirigirá el “Ómnibus” y “El canario”. Publicó las novelas “Eduardo Alar” y “Benartemi, el último de los canarios”. Como músico fue creador del la Sociedad Filarmónica, compuso óperas, misas, zarzuelas, valses, piezas sinfónicas. Bencomo se queda con estos versos del insigne canario: “Pasó el tiempo en que plebes estúpidas creyeran / que tanto absurdo sancionaba a Dios”.
http://doramas1924.blogspot.com
─” Este patriarca de la saga Millares contribuyó a un mayor conocimiento de nuestras raíces culturales y al desarrollo de nuestra señas de identidad”

sábado, mayo 27, 2006

LITERATURA INFANTIL

OBRAS PUBLICADAS:
"Fantásticas aventuras de una pandilla canaria", "Nuevas aventuras de una pandilla canaria",

OBRAS INÉDITAS
"Misterios en las raíces de los volcanes" y "Vuelo mágico sobre las Islas"


FRAGMENTO DEL CAPÍTULO DE "MISTERIOS EN LAS RAÍCES DE LOS VOLCANES"

HABLANDO CON FANTASMAS EN
EL CORAZÓN DE LA CALDERA DE
TABURIENTE


La mañana recién ha asomado su cara pálida, todavía sin maquillar. Nuestros pandilleros y pandilleras con sus compañeros de clase están con sus mochilas repletas de ilusiones en el Puerto de Tamarán. Medio dormidos aún, hacen cola para entrar en el barco. El corazón lo llevan repleto de alegría contenida.

Entran rápidamente en el barco Volcán de Teneguía que les llevará a la isla de Benahoare. A las siete parten surcando el mar rumbo a su ansiado destino. Éste es un viaje planificado desde el comienzo del curso. Sueñan con muchas aventuras fantásticas que esperan disfrutar en este viaje.
– ¡Qué bien, estoy deseando llegar a nuestra Isla Bonita! ¿Qué sorpresas nos esperarán?–comentó Yanira, nuestra protagonista, entusiasmada.

– ¡Lo vamos a pasar de película, aunque dicen que hay fantasmas en la Caldera de Taburiente!– se exaltó ilusionado, Rubén.
–Allí se cuenta que hay unas gigantescas aves de color negro. Dicen que por las noches se les oye hablar y cantar unas canciones muy raras –intervino Tanausú, siempre muy resabido.
–También cuentan que los volcanes resoplan y gruñen enfadados a los que quieren construir casas cerca de ellos. ¡Muchísimas cosas emocionantes nos esperan en la isla! –declaró Rita saltando de alegría.


Nuestros pandilleros son cuatro, dos niñas y dos niños. Yanira, nuestra protagonista, rubia y la más valiente; Rita, la morena saltaperico, que nunca se está quieta; Rubén, flaquito, pillo y miedica; y Tanausú que es el más llenito, inteligente y artista.
El Volcán de Teneguía iba bastante rápido. Una vez doblaron Las Isletas se les presentó el mar como una enorme autopista. Iban asombrados mirando las montañas y los gigantescos acantilados rocosos de la isla de Tamarán. Se les parecían a descomunales guerreros guanches. Pronto se les asomó, allá a lo lejos, el abuelo Teide: impresionante, majestuoso. Les guiñó un ojo y ellos lo saludaron dando gritos de júbilo. Las gaviotas se posaban sobre ellos, en los hombros, en las cabezas. Les hacían cosquillas por todo el cuerpo. Ya las conocían del viaje anterior. – ¡Ji , ji, ji! –se reía Gaviojiji.
– ¡Ya está bien, no sean pesadas! –se quejaba Rubén.
– ¡Déjalas que les voy a dar ji, ji! –dijo Tanausú sonriendo burlonamente– ¡Ja, ja, no querían, plomitos! –con una caña se dedicó a hacerles cosquillas debajo de las alas y tuvieron que salir volando.
– ¡Hasta luego, ya nos seguiremos viendo!
– ¡Besos a todas, no se vayan, pero por favor no sean tan molestas, a veces se pasan un poquito!–Gaviojiji siguió el resto del viaje incordiando con sus bromas y risas.

Pasaron próximos a la fantástica ciudad de Añazo. Dejaron atrás los míticos bosques encantados de la cordillera de Anaga. En ellos se decía que había unas cabras del tamaño de una vaca que tenían tres cuernos, el del era centro más grande. El Volcán de Teneguía les transportó con tal celeridad que pronto tuvieron a la vista la isla Benahaore. También algunos la llaman “Islacorazón”, porque su forma se asemeja ha dicho órgano corporal. En ese momento y llenos de entusiasmo se toman los polvos de Arminda, la Bruja Coruja, que está llenita, es bondadosa y le gusta ver felices a los chicos y chicas. La pócima les sirve para salir volando y poder ver mejor la isla. Esta capacidad voladora la habían heredado de los hombrescernícalos, sus antepasados.
– ¿Qué es ese mar de nubes? ¿Qué hay debajo? ¡Bajemos a ver qué es! –propuso intrigada Yanira.
–No sé, no sé, ¿y si hay fantasmas? –se preguntó asustado Rubén.
Narrativa
Sus obras publicadas son "Ahínco" y otras en distintos medios de comunicación. Tambien otras inéditas como: "El hombre que sabia volar", "Raíces de volcán dormido" y otros relatos sueltos.

Ahora fragmento del primer capítulo de "El hombre que sabía volar"



DEL LIBRO INÉDITO:
“EL HOMBRE QUE SABÍA VOLAR


1


DESAPAREZCO EN LAS PROFUNDIDADES DE ENAC


Hoy el Azul es el dueño de las alturas siderales. Yo extiendo mis alas. Respiro el aire puro aromatizado por el olor de la retama, los codesos, los pinos, los laureles... Mi espíritu está embriagado de plenitud y amor a la Tierra. Ahora doy vueltas alrededor del Sagrado Nublo. Mi corazón baila melodías milenarias. ¡Qué potencia sexual simbolizada! ¡Monumento a la fertilidad! Debajo la Caldera de Tejeda, el útero gigante sobre una tormenta petrificada. Vuelo y revuelo. Subo y bajo. Azul infinito y en picado cayendo sobre el gánigo formado por cráteres erosionados ¡Felicidad de erotizado placer!
Ahora cual cernícalo planeador me dejo arrastrar sobre los erguidos pinos, guardianes guanches. Verdes, amarillos, blancos. Alfombra multicolor. Los olores fuertes turban mis sentidos y me hacen viajar desde el más lejano pasado, hasta el futuro que se pincela más allá del horizonte ensangrentado de la tarde ¡Un pinzón azul se esconde en la espesura de la depredación humana, mientras, entona una melodía lastimera! Silencios rotos por la sinfonía pinura.
Voy más allá, vuelvo sobre los Roques Sagrados. Alzo el vuelo en dirección a la tarde que duerme sobre un lecho enrojecido, anidando sobre el Abuelo Teide, el dios Echeyde de los primeros canarios. Sigo con mi aleteo atraído por la magiatalismán de Magec - el dios sol - que muere una vez más en medio de un charco rojo. Las algodonosas y níveas nubes me invitan coquetas a su lecho confortable. Yo sigo volando y volando, incansable. Llego a nuestra pirámideteide que nos entronca con el Egipto faraónico. Me cuelo por su enorme boca y desaparezco en las profundidades de Enac, la señora de las oscuridades. Allí me encuentro con unos seres extraños, negros como el picón, con caras de ratón y unas alas en forma de paraguas. Nada más verme se ensañan conmigo hurgándome con unos tridentes que llevan en una especie de manos de más de diez dedos en cada una. Me miran agresivos con unos ojos enormes como gigantescas bolas de vidrio. Vuelan y revuelan a mi alrededor. Al principio me quedo sorprendido sin saber qué hacer. Luego me suelto y corro detrás de ellos. Se esconden en las miles de cuevas que hay en el interior de Echeiyde. Chillan y chillan y el eco se repite en miles de ecos que me confunden. Uno viene por detrás y me pica. Me lleno de rabia me doy la vuelta, pero ya no está. Otra aprovecha para pincharme de nuevo ¿Irán a acabar conmigo estos malditos? Ahora no veo a nadie. Sólo gritos y más gritos que se repiten hasta el infinito. De repente aparecen todos a la vez, en bandada. Se echan todos sobre mí. Por momentos me quedo petrificado en el suelo esperando lo peor. Los furiosos ojos cristalinos me atraviesan con sus miradas. ¡Sorpresa! ¡Me llenan de abrazos y besos cariñosos!
Se han divertido tomándome el pelo los muy bandidos. “¿Te asustaste hombrecillo alado?” ─ me preguntan riéndose. “No voy a estar loco de contento, cuando vienen nos encanta divertirnos. Somos los guayotas, los demonios más divertidos del mundo”. Hablamos y hablamos. Ellos tienen...