WILDE, FAULKNER Y JOYCE JUNTOS EN EL HYDE PARK
Oscar Wilde, William Faulkner y James Joyce se reúnen a conversar sobre literatura en El Hyde Park de Londres. Están sentados tranquilamente en un banco, cuando la primavera con su abigarrado vestido se acerca con prisas al cercano verano londinense.
OSCAR: A veces me pregunto amigos ¿Para qué tanto escribir?
JAMES: ¡Mira, Oscar a veces parece que sólo para comerse el coco!
WILLIAM: ¡James, para superar a todos los contemporáneos y antepasados!...
OSCAR: ¡No merece la pena tanta competición!
JAMES: ¡Quizás para liberarse del lavado de cerebro de los curas cómo hicieron conmigo que me dejaron destrozado!
OSCAR: ¡En eso estoy de acuerdo, pero sigues estando obsesionado con competir!
JAMES: ¡Sí, pero hay que ser verdaderamente profundos y buscar la belleza! ¡Hay que encontrar y la perfección en el fondo y en la forma!
OSCAR: ¡Sí, pero no ha de ser todo tan solemne! ¡Lo más importante es llegar con nuestra sensibilidad a los lectores!
WILLIAM: ¡Oscar, pero no por ello bajar el nivel!
OSCAR: ¡Esto me aburre un poco ya! ¡Mejor será oír los pájaros y contemplar la belleza de la naturaleza!
WIILLIAM: Mejor será irnos a escribir ¡Hay que poner un 99% de talento, un 99% de disciplina y 99% de trabajo si nos dedicamos a la literatura!
JAMES: ¡Te fallan ya las matemáticas amigo Willy! ¡Vámonos que se nos está yendo la pinza como dicen os joven o “se nos va el baifo como dicen Canarias!
JAMES: ¡Te fallan ya las matemáticas amigo Willy! ¡Vámonos que se nos está yendo la pinza como dicen os joven o “se nos va el baifo como dicen Canarias!
Se levantaron despacito y un poco encorvados ya caminaron juntos entre los árboles y los cantos de los pájaros. Pensaban echarse otro café antes de irse a la casa a seguir creando sin teorizar.
Félix Martín Arencibia