“Cairasco
de Figueroa”
Nos enseñas
desde tu vista
de pájaro
la hermosura
del más
intenso azul.
La fachada
del Gabinete
Literario
con diseño
de palacio
encantado.
La añeja
barriada
de Vegueta...
Siglos
han discurrido
por arroyos
de los tiempos.
Desde aquel
Renacimiento
amalgamaste
ya el mestizaje
de la cultura
primigenia
canaria
y europea.
Concebiste
obras maestras
como Comedia
del Recibimiento.
Nos sigues
sorprendiendo
al redactarla
en parte en
lengua aborigen.
El Templo Militante
y tus versos
esdrújulos
te regalaron
cierta fama
entre los Lope,
Góngora,
Cervantes…
Tu casa fue
fuente fresca
fructífera
de tertulia
con tus
coetáneos.
Félix Martín Arencibia
Agosto 2018
Celajes paisajes
"Milagro
de naturaleza"
Flor de cacto
nacida
de chistera
peluda
y algo
esperpéntica.
Presumes
de los más
delicados colores
que la belleza
puede pincelar.
Diseño geométrico
tan singular
que quizás con
con ningún otro
podrá
coincidir.
©️Félix Martín Arencibia
Agosto 2018
Celajes paisajes
OJERAS NO PINTADAS DE CANSANCIO
La guía, de tez morena, lleva ojeras no pintadas de cansancio de trabajos de más de diez horas.
Quizás también de alguna juerga, de algún disfrutado placer conseguido entre las sombras nocturnas de un coche resguardando su pudor. Sólo ella conoce la verdadera razón. Suyo es el secreto de algún amor no correspondido. De sus primeras decepciones, de los primeros besos furtivos traicionados.
Todos estarán ahí sombreando sus bellos y tristes ojos del color de la castaña de la sierra. ¡No los compartas con nadie, niña! ¡Son tus secretos!
Félix Martín Arencibia
Huelva 2008
Relatos viajeros
¡HOLA, JUAN RAMÓN!
¡Hola, Juan Ramón! Hoy he estado en tu querida Moguer. Visualicé con placer la silueta sencilla y afilada de su iglesia. ¿Si tus calles albeadas de nostálgicos recuerdos hablaran? ¿Si tus paredes pinceladas con tus emociones oyeran? Contarían, estoy casi seguro, los anhelos azules de tu infancia. Tus sueños imaginados en un tanto verderosas. Puede que también nos describieran con cierto detalle, algo morboso, las primeras flores rojas y espinas negras del rosal de tus amores secretos. O quizás las primeras palabras garabateadas sobre las paredes de tus emociones.
¡Cuánto oyeron! ¡Cuánto hablarían! ¡Perdona maestro, puede que exagere un poco! ¡A veces soy como ustedes, los andaluces, un tanto excesivo!
Félix Martín Arencibia
Huelva 2008
Relatos viajeros
“Esqueletos plantas”
Salpican
chisporroteos
sobre luces
que mantienen
esperanza
de futuros
ciertos.
Sombras,
fuegos,
celajes.
Nos escriben
versos
de incendios
que
quedaron
en solo
promesas.
Cesare Pavese
y sus relatos
calentados
en hogueras.
©️Félix Martín Arencibia
Agosto 2018
Celajes islas
“Una delicada
rama”
Se pincela
sobre
últimas luces
que aún
mantienen
las brasas
de un amor
que fue
pero que
ya no es.
Neruda
y sus
veinte
poemas
de amor
y…
©️Félix Martín Arencibia
Agosto
Celajes islas
“Sombras del Nublo”
Riscales
grisnegros
de Tejeda.
Bajo azul
de ensueño
de islas.
Alumbrando
Roque Nublo
orgullo
de nuestros
ancestros.
Reflejando
sus sueños
de libertad.
Alfredo Kraus
cantando
sus beldades.
Félix Martín Arencibia
Agosto 2018
Celajes de islas
“Una rama”
Una casita
posada
sobre una roca.
La ladera
del Nublo
que sostiene
la dulce paz
de la tarde
que vendrá.
Nestor Álamo
cincelando
sus versos.
Félix Martín Arencibia
Agosto 2016
Celajes de islas
“Pirámide Teide”
Sombras Enac
y fuego dorado
perfilan noche.
Pronto instalará
en alegría
que quizás
nunca se vaya.
Viera y Clavijo
compartiendo
prosa corazón
entre islas.
Félix Martín Arencibia
Agosto 2018
Celajes de islas
Perfil
felino
Recortándose
entre
la luz,
las
sombras
y
el anhelo.
Hipnotizado
por
la belleza
que
se mece.
Félix
Martín Arencibia
Paisajes
Celajes
Agosto
2018
CONFUNDÍAN SUS COLORES ROMPIENDO LAS CADENAS…
Vimos una joven mujer negra y un joven blanco que se abrazaban, se amaban. Confundían sus colores rompiendo las cadenas de la discriminación y la incomprensión.
¡Tantos aspavientos con los matices de la piel! ¡Con la cantidad de colores que existen en la naturaleza!
©️Félix Martín Arencibia
Agosto 2018
Espectadores expectantes
Y SE LOS TRAGÓ...
El Espectador observaba a la pareja que andaba agarrada de la mano. Ella con una melena, un tanto parecida a una cascada que se deslizaba amoldándose a su espalda. Él tenía un cuerpo macizo y corto, como un tronco de drago y con un cuello algo desproporcionado y pelo más bien rizado. Compartían seguramente proyectos, sentimientos, quizás algún hijo y de vez en cuando alguna que otra pelea motivadora para convulsionar sus cuerpos en los latidos epilépticos del deseo.
Se aproximaron al agua lentamente, caminaron y caminaron mar adentro sin mirar hacia atrás. Poco a poco desaparecieron tragados, aparentemente contentos y risueños, por el océano portando todo lo que compartían. Poco antes de sumergirse se habían girado y le hicieron un corte de mangas a los cotillas. ¡Serán caraduras los muy descaraos! ¿Qué harán ahora en las profundidades submarinas esos chalaos? ¿Seguirían agitando sus cuerpos mojados en la pasión y el desenfreno febril? ¿Habrán engendrado los inconscientes nuevos hijos? ─ se hizo todas estas preguntas, un tanto intrigado.
El Espectador realizó una última mirada hacia el mar. Mientras continuó tumbado en su vieja hamaca, con aparente tranquilidad. Luego, retornó a leer tranquilamente un libro ciencia-ficción de Julio Verne que le tenía atrapado. Al menos, su argumento le parecía menos desatinado que la conducta de aquellos capullos.
Félix Martín Arencibia
Agosto 2018
Espectador expectante