SÍ HAY DINERO PARA LOS ENFERMOS DE HAPATITIS Y…
Félix M. Arencibia
En el hospital se encontraron el
enfermo Hepaticus y un gobernante del “Capitalisto Salvajus”. Hablaban entre
ellos:
–Tu vida vale poco, Hepaticus.
–Pues, yo tengo ilusión por
seguir viviendo.
–Pero no hay dinero para ti.
–Sí que lo hay Capitalisto
Salvajus, búscalo en: bancos rescatados, corrupciones, senados y diputaciones
inútiles, aeropuertos fantasmas y carreteras de asfalto prescindibles que
destruyen el medio ambiente…
Claro que Hepaticus y Capitalisto
sabían que la circunvalación de Las Palmas de G.C., igual
que otras muchas del archipiélago y de la península, había costado cientos e
incluso miles de millones. El enfermo pensó que muchas de ellas son un lujo
cuando hay problemas tan fundamentales, como la miseria, la justicia, la
educación y sobre todo la salud. Así, la citada circunvalación, se presupuestó con
algo más de doscientos millones de euros por año. Eso, hasta el 2015 que era
cuando se pensaba terminar. Todavía, a pesar de la crisis, se ha aportado, por
parte del gobierno estatal, en estos últimos presupuestos más de 122 millones
de euros para carreteras en Canarias. Vías que destruyen nuestro medio ambiente,
con tanto cemento y asfalto. Además estas macro obras apenas producen puestos
de trabajo, casi todas se realizan a base de grandes maquinarias.
Un ejemplo que le parece escandaloso,
y seguramente lo será, es el puente que une el Lomo de San Pedro de Arucas y el
Lomo de Tenoya. Es una obra faraónica impresionante con cientos de metros y la
enorme altura que alcanza. ¿Qué tiempo
puede ahorrar para llegar desde Arucas a la capital? ¡Cinco o diez minutos, no
más!, piensa Hepaticus. ¿Su coste? Millones de euros. ¿Y después dicen que no
hay dinero?, siente con rabia. Estos dispendios no se pueden permitir cuando
está la vida de las personas en juego. Lo primero es lo primero, como decían
los viejos: viviendas dignas para las personas, lucha contra la miseria y la
explotación esclavista, medios para la justicia, educación, sanidad…
Hepaticus seguía maquinando. Existen
otros gastos como los del senado compuesto por 259 senadores. Nada más y nada
menos, y que no tienen una labor efectiva, se podría prescindir de ellos. A una
media de gastos de 1,3 m millones de euros al mes, saldrían unos 64 millones en
cuatro años de legislatura. Añadamos otros gastos improductivos, estériles como
esos aeropuertos que no apenas pasajeros, construcción de vías de trenes AVE costosísimos
que luego no resultan rentables, las corruptelas... ¡Sobra dinero, muchos
millones, se dijo Hepaticus! La codicia, la insensibilidad y la falta de
humanidad dominan la vida pública, pensó con tristeza. Estaba en estos
pensamientos cuando oyó decir a Capitalisto Salvajus:
–No te vamos a dar dinero,
repito, pues tu vida vale poquito.
– ¿Quién dijo eso? ¡Mi vida no
vale menos que la tuya, parásito insensible!
Hepaticus mantuvo su ilusión. La medicina del
“salvami” me ayudará, pensaba.
la frase que rescató
nuestro poeta Pedro García Cabrera
del saber popular:
“A la mar fui por naranjas / cosa
que la mar no tiene. /Metí la mano en el agua. / La esperanza me mantiene”.
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