PICASSO, EL ETERNO ALQUIMISTA
Querido Picasso, fuiste uno de los pioneros
Que destruyeron las formas y los colores
Para intentar encontrar el alma del arte.
Al desmantelar sus estructuras internas
Jugaste como un niño con juguetes rotos
Y que reconstruiste con tu particular genio.
Te apoyaste en siglos de la pintura
Para poder demolerla, desentrañarla
Hurgar en ella, alearla, convertirla
En el milagroso oro del alquimista.
¡Pusiste patas arriba la plástica
Y le diste un sentido revolucionario!
¡Te imaginamos en tu nueva vida
Donde seguirás entretenido armando
Y desarmando el concepto novedoso
Y enigmático del arte del futuro!
(“Poesía viajera”)
Félix Martín Arencibia
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