LAGARTO GIGANTE, NO CONOCE A LA PARCA
Era un joven, inocente e ingenuo lagarto. Lo miro y me devuelve una mirada curiosa que me dice:
—Te quiero conocer.
—No me mires, puedo ser tu perdición—le respondo.
—Yo me como el mundo, soy fuerte.
—No te fíes, chalao. La muerte te acecha.
—¡Ja, no le tengo miedo! —se jacta.
Le dejé allí, orgulloso, observándome fijamente tras su escultura. Pobrecito, no sabe del peligro del humanoidefelino. No conoce a la parca y por eso no la teme. La vida y la muerte se juntan, conviven. ¿Quizás el joven lagarto gigante tenga razón en su postura? ¿Quizás la muerte se algo tan natural como la vida misma?
©️Félix Martín Arencibia
Julio 2018
LA ESPERANZA NOS SOSTIENE
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