Amigos y amigas estuve en San Petersburgo y me encantó la ciudad con su profusión de obras artística. Su belleza y grandiosidad ocupan todos sus rincones. Destacan decenas de hermosas iglesias, palacios, museos (El Ermitage con sus tres millones de obras artísticas...) llenan su espacio urbanístico. El río Neva navega bajo sus puentes, con sus aguas salpicando destellos luminosos. Numerosos y cristalinos canales le han otorgado el apelativo de la "Venecia del norte".
Creo que San Petersburgo, Petrogrado, Leningrado que por los tres nombres ha sido mencionada no tiene comparación en Europa, con todo lo que suponen París u varias otras bellas ciudades del continente. Es una ciudad relativamente joven fundada por el Zar Pedro I en los albores del siglo XVIII. Cobijó en ella a creadores musicales, artes plásticas, arquitectura... Así entre los escritores se ha de mencionarse a Fedor Dostoiesvky, con su "Crimen y castigo", entre otras obras. Habría que añadir a Alexander Puskhin, Nicolás Gogol...
Una cosa que quisiera destacar es la labor de los esclavos que gracias a su trabajo se construyeron esos impresionantes edificios arquitectónicos. Muchos de ellos murieron a consecuencia del trabajo y las enferme- dades. Es necesario agradecerles su aportación decisiva, sin olvidar a los arquitectos, ingenieros, escultores, que fueron de alguna manera privilegiados. Esto que cuento de San Petersburgo, la aportación de los humildes, pasó con las pirámides y con todos los monumentos de los que nos sentimos orgullos en nuestro mundo. Creo, sin duda, que hay que ser justos y valorar su valioso trabajo..
Seguro que esta ciudad talismán me inspirará a crear poemas, relatos, artículos...
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